miércoles, noviembre 19, 2008

Ah, qué tiempos

Pasan los años y aquí sigo, un poquito más viejo que ayer. Porque hoy es mi cumpleaños, no sé si lo saben. Así que he buceado en la memoria para hacerme un autorregalo. Y me he acordado de aquella escena maravillosa en la que apareció por primera vez para nosotros Tom Cruise (luego haría Cocktail y Top gun), una escena impagable en la que por desgracia no sale Rebecca de Mornay, que por entonces estaba para tomar pan y moja:



Pero no es esto lo que quería mostrarles, a mí Tom Cruise ni fu ni fa. El autorregalo consiste en una parodia de esa escena (ya saben ustedes que nos gustan mucho las parodias, o los homenajes, en esta casa) a cargo de la gran gran gran Heidi Klum, vieja conocida de este blog:



Heidi, te queremos (plural mayestático). Gracias por el regalo, Palomares, gracias, es inmejorable. No, te equivocas, se puede mejorar. ¿Ah, sí? Claro que sí, mi niño. Toma, para ti, ¡magia!



Mejor, mucho mejor. Felicidades, Palomares. Gracias, Palomares.

viernes, noviembre 14, 2008

No lo he hecho yo, pero como si

Mis amiguetes Ángela Cadiñanos, la Mujer de la Lengua con Cuchillas de Afeitar, y Héctor Losa, el Titán del Diseño, han hecho el último anuncio de Bancaja, y como son mis amigos y el anuncio me parece descacharrante, lo pongo aquí en su versión larga para que disfruten del baile de las niñitas:



A mí me encanta, y espero que a vosotros también. Adelante, adelante, pueden decir lo que deseen.

P.D. Viva la niña gordita, sobre todo cuando hace el robot.

miércoles, noviembre 12, 2008

Ha nacido una estrella (otra)

Hace años, el hombre común de la calle tenía su oportunidad de ser famoso en contadas ocasiones: había una cámara delante, te sacaban y luego tenía que darse la casualidad de que un programa te sacara una y otra vez. Como al del mechero:



Anda que no repetimos nosotros lo de la mierda la Sole...

Ahora no hace falta ni salir en la tele, basta ponerse de moda en internet. Este, por ejemplo, es el genial Ramón de Pitis, que apareció en un programa de Callejeros y luego se ha convertido en un héroe popular porque el tío es gracioso como pocas cosas. Y porque está en interneeeeeeee...



El último héroe es Carlos, protagonista de Contigo no, bicho, un sujeto que, todavía ligeramente borracho, habla de su fracaso amoroso en la madrugada. Ustedes seguro que lo conocen, pero yo lo descubrí ayer. Para los que estén tan despistados en las nuevas tendencias como yo, ahí va:



Lo decimos siempre, pero lo repetimos: la gente es muy graciosa.

lunes, octubre 27, 2008

8 años después

Lo veo en Píxel y díxel: los de Whassssup han vuelto. Hace ya la friolera de 8 años (ay, madre) Budweiser montó el que probablemente es el primer viral (y más exitoso, a nivel planetario) de la Historia. Este:



Tuvo tanto éxito, pero tanto tanto, que además de forrarse a ganar premios dio pie a innumerables secuelas, como esta de Wasabi:



O esta con pijos:



Al año siguiente sorprendieron con este anuncio en la Superbowl que a ustedes ya no les va a sorprender, claro:



8 años después vuelven, y la cosa ha cambiado una miajita:



(Millón y medio de visitas en sólo tres días)

Me ha encantado. Ni siquiera el chusco final me lo ha estropeado.

jueves, octubre 23, 2008

10 cosas que me llamaron la atención de Copenhague

1.- Lo largas que tienen las danesas las piernas y lo cortas que llevan las faldas. ¿O será una cosa consecuencia de la otra?

Aquí una típica falda danesa. Aquí unos amigos.

2.- La imperturbable, estoica y serena actitud de los daneses frente al mal tiempo. La lluvia constante que en cualquier lugar de España hubiese provocado calles vacías, caos, miles de paraguas chocándose entre sí y niños enfundados hasta arriba en capas y capas de prendas de abrigo… aquí no existe. Al revés. Los daneses pasean calle arriba y calle abajo sin más resguardo que una sonrisa, dejan que sus hijos participen en competiciones al aire libre bajo la lluvia durante horas y llenan las terrazas de los cafés y bares (¡sí, terrazas!) para disfrutar su comida o cena al fresquito de sus buenos 7 – 10ºC. ¿Está nevando acaso? No. ¿Sientes las manos? ¿Sí? Pues entonces, ¿por qué no tomarnos unas cañas a la fresca? Y si eres de los remilgados, ya se ocupan los amables propietarios de los establecimientos de prestarte una mantita para abrigarte.
Conclusión nº1: Madres y abuelas de España, ¡estabáis equivocadas! El niño no se va a morir si no le tapas hasta los ojos o si se moja un poco.


Vale, sí, esta terraza está desierta, pero no es por los 7ºC, es que la movida empieza a las 22,00h.

3.- Las manzanas danesas. Durante años me han estado engañando y pensaba que eso que compraba en mi frutería eran manzanas y sabían a manzanas. Hasta que probé las manzanas danesas y, tal y como pasa en los anuncios, un nuevo mundo de sabor se abrió ante mí. Curioso también, que las manzanas danesas sepan más a gominola de manzana que a manzana española.

4.- Lo caro que es todo. Absolutamente todo. Una copa de vino tirando a malo nos costó la friolera de siete euros.

5.- La ausencia de contaminación acústica. Me costó reconocerlo, pero después de dos días paseando por Copenhague echaba en falta algo y no sabía qué era. Hasta que me di cuenta de que llevaba dos días sin escuchar el claxon de un automóvil. Incluso cuando se nos cerraba un semáforo y nos pillaba en medio del asfalto, ningún conductor impaciente, o el de atrás, o el de atrás, o el de atrás, nos pitaba para que nos diéramos prisa.

6.- Lo poco curiosos que son. O lo pasotas que son. O introvertidos. O yo qué sé. Es bastante típico que si te encuentras con dos extranjeros intentando pedirte albóndigas en un inglés bastante churro les preguntes de dónde son y qué les parece tu ciudad natal y todo eso. Pues bien, en Copenhague no es típico. A nadie le importa de dónde eres o, si les importa, tampoco te lo preguntan. Conclusión nº2: No pudimos hacer amiguitos.

7.- Los bebés, niños pequeños y niños en general que hay por todas partes, lo que podría dar la impresión de que los daneses están planeando conquistar el planeta. Pero no tiene nada que ver con eso (de hecho, es un país poco poblado) sino con las múltiples ayudas y facilidades que su sistema les proporciona, lo que debe animar bastante a procrear. Vamos, igual que aquí. Como madre trabajadora me sorprendió ver niños con sus padres por todas partes un jueves o un viernes por la mañana, felices paseando bajo la lluvia.

8.- La barbaridad de carros gemelares, carros con sidecar, carros de bebé 4x4 y carros hasta ¡para cuatro bebés! que pululan por la ciudad. Se nota que allí las aceras no están hechas por un avaricioso mezquino como en mi barrio y que las que no son asín de estrechas no están invadidas por los coches mal aparcados y los cubos de basura.

Imagina conducir uno de estos por tu calle.

9.- El pan. Ummmmmmmmmmm. Con pipas, con pasas, con nueces, moreno, blanco, chapatas, focaccias de todo tipo, etc.


La panadería del centro Illum, en la famosa calle Stroget: si eres adicto a la gordez no te acerques.

10.- Y, vale sííííí... las bicis. Las bicis también.

martes, octubre 21, 2008

Mientras escribimos lo del Planeta y Coppenhage

Este es un post de relleno que no dice gran cosa sobre el Premio Planeta o nuestra visita a la capital danesa. Hay que esperar un poco, lo sentimos, pero el trabajo que nos da de comer nos absorbe ligeramente.

Tan sólo tres o cuatro apuntes sobre Dinamarca: al final visitamos la sirenita. Menuda castaña de estatua, si ni siquiera parece una sirenita. Muchas bicicletas. Muchas rubias, la mayoría con falda a pesar del frío. Qué caro todo. ¿Qué hacen los daneses a partir de las 8 de la tarde?

Y tres o cuatro apuntes sobre el Premio Planeta: Ángela Vallvey queda finalista y lo primero que hace en su discurso es acordarse de los 516 autores que han participado en el premio y han perdido (y luego enlazarlo con un discurso que sólo podemos atribuir al vino mezclado con anfetas sobre "el viejo Lara"). Savater gana (600.000 euros de premio) y dice que cuando uno acepta participar en el juego cabe la posibilidad de ganarlo y eso le pone muy contento. Y las croquetas muy bien, ¿eh?, muy bien.

Mientras tanto, para amenizar la espera, fusilo este vídeo del blog de Pjorge, que él titula muy acertadamente así: Todo se vuelve divertido añadiéndole la banda sonora de Benny Hill.

A fe que tiene razón, aunque el vídeo este ya debía ser descacharrante sin música de por medio.




Una gamba corriendo en una cinta mecánica. Creo que ya lo he visto todo en esta vida.

miércoles, octubre 15, 2008

Chiqui Rebeca Barcelona

Mientras ustedes leen esto, nosotros vamos camino de Barcelona, porque esta misma noche se celebra la ceremonia de entrega del Premio Planeta y estamos invitados a ella. Bueno, en realidad está invitada Rebeca, como importante escritora que escribe estupideces para chicas, y yo voy de consorte, pero mi plan es hacerme pasar por el interesante de los dos, un poco al estilo Muñoz Molina-Elvira Lindo, y hablar con grandes y largos párrafos llenos de subordinadas (nota mental: acordarse de respirar). Puede que hasta me deje crecer el bigote esta tarde, para parecer más Muñoz Molina (a mí es que Muñoz Molina con barba o sin bigote no me parece Muñoz Molina).


Muñoz Molina sin bigote

En fin, como es lógico en cuanto volvamos haremos un amplio reportaje sobre la ceremonia del Planeta: comentaremos a qué escritora le sienta mejor su vestido, a qué escritor le sienta peor los whiskies, investigaremos si hay intercambio de maletines entre bastidores y criticaremos la calidad de las croquetas que se sirvan.

Pero eso será dentro de un tiempo, porque en cuanto acabe lo del premio y nos recuperemos de la resaca la señorita Rus y yo nos marcharemos a Copenhage, ciudad que no tenemos el gusto que conocer, para pasar allí unos días de asueto, merecidísimos, por otra parte.

Yo a Copenhage voy sin saber qué voy a ver, pero sí lo que no voy a ver (la sirenita de los cojones), porque no he preparado nada el viaje. Así que voy lleno de prejuicios sobre los daneses. Supongo que me encontraré con vikingos, gente que pasea en bicicleta y suicidas (tengo cierta confusión entre todos los países nórdicos). Y nos cruzaremos con Laudrup o con Hamlet. Y con muchos rubios y rubias estupendos y estupendas, todos guapísimos y altos y delgados que haránq ue nosotros, representantes de los morenos bajitos, nos sintamos más morenos y más bajos. Sobre todo yo, que pertenezco al biotipo de Alfredo Landa, que parecía ya extinguido en mi generación.

En fin, quedémonos con lo de rubios y rubias a tutiplén. De hecho si buscas en Google Dinamarca te salen dos rubias:




Bueno, esto sucede en realidad cuando buscas "Dos rubias danesas macizas dándose el lote" (cosas así y similares se buscan en el Cerdo agridulce, sí, a ver cuántas visitas atraemos con esto). De Copenhage también traeremos fotos, aunque no prometemos que sean tan sugestivas como esta que acabamos de poner.

Y eso. Portaos bien. Regad las plantas. Y nada de fiestas. Que os vigilo.

lunes, octubre 13, 2008

Jekyll y Hyde

Stevenson lo dijo mejor que nadie en El extraño caso del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde: llevamos dentro de nosotros a un tipo con una personalidad distinta a la nuestra habitual, hay un reverso tenebroso dentro de nosotros. Desde entonces ha habido múltiples homenajes e intentos de superar esa obra maestra sobre la doble personalidad.

El otro día encontré un ejemplo que podría rivalizar con la novela de Stevenson. Primero vi esta hermosa pintada en una pared:


Es de héroes reír cuando el corazón llora. Gritado porque está en mayúsculas. Es una cita a lo Bunbury, o sea, sin decir que es una cita (anarroseando, vaya). A este le perdonamos porque no está claro quién dijo esto, si Rabindranath Tagore, que es muy de lágrimas, o Enrique Urquijo, que ídem. El caso es que si miras en la misma pared arriba a la izquierda y haces una foto, te encuentras con este otro mensaje, escrito por el mismo tío (fíjense en las aes):



¿Trastorno bipolar? ¿Sesuda y sutil disertación sobre la doble personalidad? ¿Horror vacui y ya no se sabía más citas?

martes, octubre 07, 2008

Puta crisis

Leo en las noticias de Yahoo el siguiente titular y se me ponen los pelos como escarpias:

Dato alarmante: el 8% de los adolescentes se emborracha cada quince días
La crisis ha llegado, desde luego. Si un adolescente no puede mamarse como es debido semanalmente es que las cosas están muy chungas.

La noticia completa (sin el titular que pertenece a la portada de Yahoo, aquí.

viernes, octubre 03, 2008

Estupideces para chicas

Así definen el género Chick Lit en el número de este mes de la revista Qué Leer.

Y ¿qué puedo decir yo? ¿Qué estoy indignada? O, mejor aún, pongo cara de chula y disparo un “Are you talking to me? Are you talking to me?” mientras empuño un arma.


Poner mi cara encima de Robert de Niro y os haréis una idea de cómo me siento hoy.


Expresiones del Especial de Qué Leer como la que titula este post o que las nuevas escritoras post-feministas provocan “furor uterino entre las lectoras” me enervan. Otras expresiones como que “si Emma Bovary levantara la cabeza y se topara con las protagonistas de las novelas de las citadas Keyes, Fielding, Bushnell […], volvería a darle un trago a su botellín de cianuro” han provocado que hoy esté buscando en Ebay una Avtomat Kalashnikov modelo 1947. ¿O existen ya las bombas atómicas unidirigidas?

La verdad es que como aspirante a escritora de este género empiezo a estar un poco cansada de tener que estar luchando constantemente contra manidos estereotipos, prejuicios y estupideces del estilo. ¿Qué pasa? ¿Que porque no escribo sobre la paz mundial, sobre lo insoportable que es la existencia del ser humano, sobre el Holocausto o mis personajes no están al borde del suicidio mis novelas carecen de la seriedad suficiente como para ser clasificadas dentro de la Literatura Con Mayúsculas? ¿Qué pasa? ¿Qué como soy mujer y mi protagonista es una mujer que no se toma demasiado en serio a sí misma mi novela ya no es una novela seria? Ya he hablado anteriormente en este blog sobre las diferencias que se hacen muchas veces entre unos libros y otros dependiendo de si el autor es hombre o mujer, así que no me voy a extender más sobre el tema, aunque no es por falta de ganas.

La verdad es que es duro, mucho, intentar defender un género en el que los críticos y los periodistas literarios sólo quieren ver mujeres superficiales, consumistas, obsesionadas por los kilos de más y eternamente enganchadas a la idea de encontrar un príncipe azul. Ninguno de ellos quiere ver que el género chick lit es mucho más que eso. Es una actitud ante la vida, una radiografía más o menos acertada, nunca crítica, de la mujer del siglo XXI con sus cosas buenas y también sus fallos. Una radiografía en la que se le intenta quitar la seriedad a los dramas de la vida diaria porque esta nueva mujer, ante todo, sabe reírse de sí misma, sabe no tomarse demasiado en serio (algo que debería extenderse un poco más entre el resto de la sociedad).

Sí, es verdad: no escribimos sobre el hambre en el mundo, los conflictos armados internacionales o sobre complicadas tramas políticas. Pero nuestros temas también son serios, porque son Nuestros Problemas. Los del día a día, los que sufrimos todas (y también todos) cuando cogemos el transporte público, cuando vamos a nuestro trabajo y nos enfrentamos a una carrera profesional, cuando tenemos que enfrentarnos a la falta de dinero, a la soledad, a las facturas o al primer amor. Cuando discutimos con nuestra mejor amiga o con nuestra madre, cuando queremos comprar una casa y no nos llega el dinero para pagar la hipoteca, cuando hay un obstáculo que nos impide conseguir nuestros sueños,…

Pero, una vez más, no interesa contar la verdad. El chick lit vende cada vez más en todo el mundo, tiene más adeptas, más autoras y más editores dispuestos a subirse al carro de cifras. ¿Es eso un sinónimo de mala calidad? Bueno, pues es como todo. Habrá novelas buenas y malas en el género. No todas las novelas del género fantástico están a la altura de la obra de Tolkien, ¿no? Sin embargo, en el caso del género en el que estamos hablando parece como si se nos juzgara a todas por los 3 o 4 títulos, por los mismos roles, por los mismos estereotipos, por las enormes bragas de Bridget Jones y por la obsesión de Carrie con hacerse con toda la colección de Manolos de Nueva York. Basta ya, señores. No todas las novelas escritas por señoras y dirigidas a señoras están centradas en el consumismo exacerbado. No todas las autoras respondemos a este estereotipo:


Y algunas usamos subordinadas y muchos adjetivos. Y otras no. Bueno, podría seguir así hasta el infinito. Pero ¡es que es muy triste que una publicación dedicada al mundo de la literatura sea tan tajante y utilice un tono tan peyorativo con todo un conjunto de autoras y novelas! Sobre todo, porque Qué Leer debería tener como objetivo principal difundir la cultura, rastrearla, estudiarla y prograpagarla. Nunca atacarla. O reducirla a una serie de clichés.

Otra cosa bien distinta es lo que viví ayer en la televisión. Como algunos sabéis, tuve la oportunidad de participar en el programa Espejo Público de Antena 3, y pude comprobar en persona que en este caso, sólo puedes centrarte en una pequeña parte de tu trabajo para llamar la atención del público en general. Entonces te ves obligado a entrar en los clichés por narices, en televisión el tiempo es oro, el mensaje debe ser atrevido, directo y corto-super-corto. Llamar la atención es el único objetivo, incitar a la compra, provocar el interés. Quizás me hubiera gustado abordar más el género, explicar las estructuras, citar a otras autoras, hablar de mi libro (como Umbral) y mucho más, pero sé que eso no le interesa al espectador medio y que mis segundos de fama son efímeros y tengo que aprovecharlos como sea.

En breve, pediremos permiso para subir a este blog el vídeo del programa y podréis opinar sobre la entrevista (no se admiten críticas sobre el aspecto físico de una servidora, que tiene menos fotogenia que un rinoceronte con varicela).

Hasta que llegue ese momento y mientras intento calmarme, seguiré buscando en Ebay una Avtomat Kalashnikov modelo 1947 o, en su defecto, una buena navaja suiza.

miércoles, octubre 01, 2008

Noticia breve pero importante y/o urgente

El jueves 2 de octubre a las 11 de la mañana (osea, ya) Rebeca estará en directo en Espejo Público, en Antena 3 Televisión, donde Susana Griso, esa mujer que ponía morritos cuando daba las noticias, le hará una entrevista.

Lo cual se comunica para que puedan ustedes verlos, si es su deseo.


El Efecto Borrador

Procrastinar, ese es el nombre de mi afición favorita. Ahora mismo Blogger guarda 23 borradores de artículos para el Cerdo agridulce que algún día publicaré, si Dios quiere y me acompañan las fuerzas. Aparte de estos artículos que están en diversos grados de redacción, hay un par de cientos de fotos de cosas curiosas que vemos o nos envían o nos cuentan o encontramos.

El más antiguo de los borradores que conserva Blogger lleva el título de Legionarios desfilando. Está fechado el 25 de julio del 2006. Y guarda este vídeo:



¿Por qué lo guardé? ¿Qué iba a contar yo con esto? Pues ni puta idea. Sería algo gracioso. O una historia de calado. O yo qué sé. Pero en cuanto se me ocurra algo o me acuerde de qué iba a contar, se lo cuento a ustedes.

lunes, septiembre 29, 2008

Todito te lo consiento menos que te metas con Gene Kelly

Vale, no era la intención de Rebeca meterse con Gene Kelly cuando se puso a hablar de Xanadú, pero el caso es que hablar de él aprovechando esa película es como si yo me pusiera a hablar de Robert Louis Stevenson porque hubiera descubierto una lista de la compra que escribió una vez.

Gene Kelly es un semidios, un hombre con un físico portentoso capaz de heroicidades atléticas mientras bailaba. Y todo ello sin dar la sensación de estar esforzándose lo más mínimo, mientras exhibe una sonrisa radiante. Aquí está mi escena favorita del cine de todos los tiempos, una escena que vale por una por toda una película (aunque la película en cuestión esté igualmente llena de escenas fantabulosas):



La de veces que he pensado yo en aprender claqué justo después de ver esta escena. Como tengo dos pies izquierdos, generalmente me conformo con salir a la calle y cantar mientras chapoteo. Pero alguna vez aprenderé claqué, que con eso se debe ligar mucho.

Aquí le tenemos con el otro coloso del claqué.



Tremendo, tremendo. Y aquí con otro coloso del claqué, aunque él diga que no:



Hay que ver qué antiguo parece todo, en especial los pantalones de Gene...

Gene Kelly sale de patinar un rato y se olvida de quitarse los patines. Y va por la calle y hace claqué con los patines puestos. Sí, sí, con los patines puestos.



¿Estarían los de Xanadú basándose en esta escena para su cosa psicotrónica? Tal vez. Es difícil darle un tono serio a un tío que baila en patines, la verdad, no estoy yo muy seguro de que hubiera remedio para Xanadú. Por ejemplo, aquí tenemos un tío bailando con patines:



Este da risa así sin querer. O no, no sé, que a mí el Plushenko este me tiene confundido porque en otras ocasiones da risa sin querer y queriendo también:



Este otro, que hemos encontrado en la Travesía de la Garbanza y que me ha llevado a terminar de una puñetera vez este post, lo hace queriendo sin lugar a dudas:



Pero me desvío. Que Gene Kelly era un puto genio, venía a decir. Y que sea la última vez que te metes con él, Rus. Y que bailar bien es sinónimo de follar bien. Y que mi cuerpo se mueve como una palmera, en fin.

martes, septiembre 23, 2008

¿Por qué llamarlo "¡Una guerra muy perra!?

Hace la torta de años mi amiga Paz se presentó en casa con una botella de ginebra Larios y un VHS de la película Los Cabezas Huecas. Queda decir que la película nos pareció lo más y nos reímos como en la vida. Tan bien nos lo pasamos que decidimos repetir la experiencia con otras botellas de Larios y un montón de películas chorras más.

Es así como vimos El mundo de Wayne, todas las secuelas de Espía como puedas y una larga ristra de títulos absurdos hasta que cerramos el ciclo con Los Supermaderos.



Es que veo esta escena y me descojono, oyes.

Años han pasado y jamás he vuelto a repetir aquella bonita costumbre. Tampoco he vuelto a ver a mi amiga Paz o he vuelto a beber ginebra Larios (me pasé a la Bombay Saphire, es lo que tienen los años, que te hacen exquisita). El caso es que tampoco había vuelto a ver ninguna película de coña con la que me riera tanto, de llorar lágrimas de risa.

Pero el domingo pasado esa mala racha se acabó. Fui una de las afortunadas en asistir al preestreno de Trophic Thunder, que dicho así, no tiene pinta de hacer nada de gracia pero que cuando usas su traducción al español, ¡Una Guerra muy perra!, exige verse con una botella de Larios. El caso es que no necesité ni ginebra ni nada que se le pareciese para reírme un montón con las payasadas de Ben Stiller, Jack Black y Robert Downey Jr.

Pero Trophic Thunder, ¡Una guerra muy perra! no es sólo una película de coña con cuatro chistes (son más de cuatro, en serio, no fui capaz de llevar la cuenta) bien enlazados. También cuenta con un elenco de actorazos, una banda sonora de lujo, una producción muy cuidada tanto a nivel técnico como artístico y una trama bastante bien construida. Inesperado el asunto para tratarse de una película de coña.

No es la primera vez que Ben Stiller me sorprende con su habilidad como director y guionista. Ya con Zoolander consiguió demostrarme que cuando se dirige a sí mismo es capaz de sacar muchísimo más de sus personajes cómicos y de hilar .



Yo de mayor quiero escribir un guión así.

En esta ocasión, Stiller interpreta a un super estrella de películas de acción en plena crisis, dispuesto a todo con tal de recuperar su fama, incluso de emular al gran Marlon Brando en aquella película apocalíptica de Francis Ford Coppola. Jack Black está bien en su papel, aunque no consigue llegar al nivel interpretativo de otras películas suyas, como Alta Fidelidad. Pero, en mi opinión, el que se lleva la palma es Robert Downey Jr., que con su papel de actor de método ganador de cinco Oscar, se hace con el peso de la película y nos regala momentos brillantes.

Todo, absolutamente todo en Trophic Thunder, ¡Una guerra muy perra! está perfectamente argumentado. Desde los hilarantes falsos trailers con los que se inicia la película hasta el impactante final (justo cuando yo descubrí que tras uno de los personajes principales se escondía una estrella de cine famosa, famosísima, que aquí no voy a descubrir). Y lo que más me gustó. Es una película de coña, pero tiene mensaje: el guión arremete contra la identificación de las estrellas con auténticos ídolos del siglo XXI, contra todos los medios de comunicación que los aupan como dioses del Olimpo mediático y contra una de las industrias más ambiciosas y con menos escrúpulos del mundo.



En definitiva, disfruté un montón y lo único negativo que puedo decir de la peli es la nefasta elección del título en España. ¿Por qué llamarlo ¡Una guerra muy perra!? En mi opinión clasifica a esta película en la categoría de películas como Los Supermaderos y no es el caso. Es muy superior.


P.D.: Este artículo está patrocinado por Bloguzz.
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miércoles, septiembre 17, 2008

¿El coche o el anuncio?

Hasta ahora pensaba que no había visto nada más raro que esto en publicidad:



Bueno, este anuncio no es lo raro. Lo raro es que meses más tarde en Cruzcampo se vieron en la necesidad de sacar este otro:



Un anuncio que explica un anuncio anterior, "por si no quedó claro". Huele a post-test que tira para atrás. Sacan el anuncio y luego le preguntan a la gente qué ha entendido. Y como parece que no se han quedado con la copla, pues se explica paso a paso en el siguiente anuncio, admitiendo que lo anterior fue tirar el dinero. Chanante.

Pero resulta que estos días de atrás han ido apareciendo otros anuncios que me han parecido aún más raros. Este, por ejemplo, que me trae loco:



O este otro, de la misma campaña:



O este, que me deja de pasta de boniato:



¿Ustedes lo entienden? Yo no, no lo entiendo. En publicidad nos gusta a veces ser sutiles para parecer más listos, y en ocasiones que el anuncio resulte incomprensible para algunos espectadores no es necesariamente malo, pero la verdad es que al ver estos anuncios yo no sé qué pensar. Menos mal que hay unas declaraciones de una responsable de Vanity Fair en la revista profesional Anuncios, que lo aclara todo: "[la campaña] girará en torno a la idea de que para conocer Vanity Fair tienes que leerla, tenerla en tus manos, ese será el mensaje paraguas que aguantará toda la campaña, que la revista es tan especial que eres tú el que tiene que acercarse a ella".

De ahí la sonrisa del camarero, claro.

En fin, yo estoy tranquilo, porque estoy esperando a que emitan, como en el de Cruzcampo, el anuncio que explique el anuncio. Y entonces todo tendrá sentido, digo yo.

martes, septiembre 09, 2008

Yo de mayor quiero ser Tom Jones

Especialmente, pero no sólo, a partir del minuto dieciocho de este vídeo (pero véanlo todo que merece la pena entero y aprendérselo de memoria).



Nunca he besado a dos hermanas, dice. No, qué va. Qué va.


Actualización: Vistas las dudas sobre mis capacidades como bailarín, que inevitablemente se vinculan a mis habilidades como amante, os muestro un vídeo en el que se ve cómo bailo, para que no haya el menor resquicio a la duda de lo bien que hago ambas cosas:



Yo soy el que baila, obviamente. Mi cuerpo se mueve como una palmera.

viernes, septiembre 05, 2008

Este puente va a llover... pero siempre hay razones para reír




Acabo de ver esto en Menéame. Y, oyes, todavía estoy en la oficina, me queda un rato largo de aguantar sandeces a tutiplén, no tengo puente ni plan, no me han subido el sueldo otro año más y este fin de semana va a llover (con todos los contratiempos que eso suponen para una joven pareja con dos niñas pequeñas), pero ¡madre, qué risa más tonta!
Buen Fin de Semana a todos y Buen Puente a los Afortunados.

P.D.: No pasa nada porque nos riamos de esta pobre chica: en su programa, Está Pasando, se ríen de toda España a diario y sin cortarse un pelo.

martes, septiembre 02, 2008

Crecí en los 80

La señorita Altovoltaje se prodiga últimamente poco en la blogocosa, y bien que lo sentimos, pero de cuando en cuando nos manda perlas cultivadas como esta en la que unos tíos muy graciosos recuerdan los 80 a ritmo de canción heavy. Tronchante:



Y suelta verdades como puños, además. Estoy por decir que lo mejor de los 80 fue justificar vídeos como este veinte años después. Qué coño, ya lo he dicho.

lunes, septiembre 01, 2008

Es difícil decirlo más claro



Está justo enfrente de mi agencia y lo veo todas las mañanas. Y no hay más texto de apoyo, que yo creo que ya se entiende el mensaje. Bueno, esta frase, pero como si no existiera, que no se dice nada.

miércoles, agosto 27, 2008

Dónde me gustaría estar ahora si tuviese el talento suficiente

Estuvimos hace poco viendo Wall-E, y me llevé la conclusión de que Pixar es ahora mismo el lugar del mundo en que más talento se acumula. No ha habido película de Pixar que bajara del notable, si exceptuamos el escandaloso patinazo de Cars (pero a John Lasseter le perdonamos todo, todo, todo, y más cuando miramos este artículo sobre él en la Wikipedia en el que descubrimos que su primer trabajo en Disney fue como capitán del Crucero de la Jungla en un parque de atracciones; hay que ser muy bueno para recuperarse de eso).

No es sólo que en Pixar estén tan avanzados técnicamente que hagan palidecer a otras productoras de animación. Es que saben qué es lo que verdaderamente importa en una historia: la propia historia. Y a ella le dedican recursos y mimo. Se nota al ver una película pixariana que cada detalle del guión está pulido una y otra vez en vez de, como suele ser habitual, puesto un poco a trompicones mientras el director se ocupa de alguna cosa más importante como, por ejemplo, de si la explosión de los dos coches es en el tono de naranja que tenía pensado. Se cuidan esos delicadísimos elementos que hace que una historia nos importe o no, los personajes.

De las películas de animación siempre me ha fascinado la fe de sus creadores en su producto. Estar tres años trabajando en algo con la fe de que finalmente va a responder a tus expectativas, y sabiendo que retroceder es muy difícil, por no decir imposible, me parece admirable. Y creo que Wall-E es un caso de asombrosa fe, una película que podía fracasar de muchas maneras y que sin embargo salva todas las difcultades con una facilidad insultante. Parece una película hecha a propósito para el riesgo: es para niños (eso dicen) y se nutre del cine clásico mudo, para empezar. Es sutil y tiene una música maravillosa sacada de una película musical, y tiene un mensaje ecológico que resulta refrescante. Y técnicamente es perfecta. Y los personajes son fantásticos. Y funciona como un reloj en cada una de sus partes.

Y tiene un corto de regalo estupendástico, también mudo. Este (no sé cuánto durará colgado, aprovechen):


domingo, agosto 24, 2008

Una mente malvada en la tele

El otro día estábamos tan panchos tumbados en casa viendo la tele cuando vimos este anuncio de Control:



Muy bien. El caso es que termina el anuncio y empieza otro. Y el que empieza es, para nuestro pasmo, un anuncio de Vaginesil ("para las irritaciones vaginales, bla bla bla..."), y nos parece que el azar nos brinda momentos estupendos en la vida -por desgracia se concentra en estas chorradas en vez de en los Euromillones-. Habrá sido casualidad, claro, pero a mí me gusta pensar que en al menos una tele, uno de los tipos que montan las ruedas de anuncios se ríe de vez en cuando entre dientes recordando algo mientras sus compañeros se preguntan qué le resulta tan gracioso a ese tipo.

martes, agosto 19, 2008

Mala suerte

Hace unos años, cuando era una copy junior y mi sueldo era más junior aún, me gasté una fortuna (para mí lo era entonces) en un top de seda de Hoss. Ni que decir tiene que al día siguiente lo estrené, porque yo soy de esas que no dejan nada para mañana no vaya a ser que me pase algo y me quede con las ganas de estrenar. Y ni que decir tiene también que aquel día fui a la agencia sintiéndome la reina del lugar. Todo el mundo tuvo alguna palabra para mi nueva adquisición: que qué guapa estaba, que si había adelgazado, que me sentaba de miedo... Jo, qué día más estupendo. Lo malo es que se estropeó por la noche. Concretamente, cuando nada más empezar el capítulo de Los Serrano (estamos hablando de la segunda temporada de la serie, la torta de años ha) Verónica Sánchez salió con el mismo top. Horror. Y no es que porque no me guste esta actriz. Me encanta. Me parece simpática, cercana y sobre todo, monísima.


Verónica Sánchez o "the perfect next door girl"

Ese era el problema. A Verónica Sánchez le quedaba el top cien veces mejor que a mí. Pero, bueno, quizás nadie se daba cuenta... Claro que, la cosa se puso más chunga aún. Sí, amigos, porque veinte minutos más tarde, ¿quién salió en el mismo capítulo con el mismo top?

Arggggggg.

Elsa Pataki. La mismísima Elsa Pataki.

No, no, no y no.

¿Por qué a mi, Señor, por qué? La mujer más deseada de España. La mujer de medidas perfectas. Con esa tipa no podría competir ni aunque ella fuera enrollada en una sábana y yo llevara un vestido de Armani.


Ni yendo a Lourdes, oigan...

Tardé mucho en volver a atreverme a llevar a la oficina el maldito top. El caso es que, hace unos días, me compré un modelazo tremendo para una fiesta. Oh, era una pasada, bonito, bien cortado y original. Nadie habría visto nada igual, me dije. Por lo menos, hasta que aquella misma tarde lo sacó Patricia Conde en Sé lo que hicistéis...

En mi próxima vida me pido estar así de buena.

Estaba claro. Se trataba de una conspiración de nivel mundial para hundir mi autoestima y ya de paso, arruinar mi capacidad de compra. No había otra respuesta posible. ¿O sí? Quizás era un caso de mala suerte. De extrema mala suerte. Y es que no me extraña que la autoestima general de las mujeres ande hoy en día por los suelos. Antes no existía la televisión, ni había tanta prensa, ni tantas posibilidades de ver no sólo lo que pasa en tu propio país sino en cualquier rincón del mundo. Y tampoco existía el Photoshop ni el retoque ni los maquillajes tan trabajados. Antes, el listón no estaba tan alto porque no había mucha gente con la que compararse. Sí, en todos los pueblos había una tía buena, pero era alguien asequible, cercano y con algún que otro grano. Hoy, con las nuevas tecnologías, la cosa está muy chunga para las chicas normalitas como yo. Pero yo he decidido no rendirme. La única solución es hacerme con un fondo de armario un "pelín" más extenso y todo estará arreglado.

P.D.: Espero que los chicos encuentren algún aliciente (ejem, ejem, guiño, guiño) en este post que va de vestiditos.


domingo, agosto 17, 2008

Reírse del mal ajeno

Desde la lejana Kirguistán nos envía nuestra muy admirada Carmona dixit un vídeo que demuestra que somos todos gente muy chunga. Bueno, yo no puedo evitar reírme cada vez que lo veo:



Qué tendrán las desgracias de los demás que son tan graciosas. Y cómo se ríen los hijoputas, sobre todo ese que parece Lindo Pulgoso. Y yo con ellos, claro, es que me descojono cada vez que lo veo, no puedo negarlo. A lo mejor aguanto los primeros cinco segundos por mantener la compostura, pero luego ya voy a mandíbula batiente. La pobre chica y sus pobres tobillos de chicle, qué apuros, qué momento ese en el que parece que va a recuperar el equilibrio y lo pierde y lo recupera y lo pierde y lo recupera y lo pierde y lo recupera y lo pierde y lo recupera y lo pierde y lo recupera y lo pierde. ¿Qué estaría pensando ella en esos difíciles momentos llenos de zozobra. Aparte, claro, de: ¿y por qué llevo una regadera?

viernes, agosto 15, 2008

Tacones en la Biblioteca

Esteban Giménez Sicilia, atento lector de este blog, nos envió una imagen hace algún tiempo -tanto que igual ya no es atento, ni siquiera lector- que procedemos a incrustar aquí para su deleite, sin más prolegómenos:



El cartel, que como se entiende fácilmente estaba colocado en una biblioteca, tiene tantas cosas que comentar que parece hecho a propósito. No puede ser que alguien que vaya avitualmente a la bivlioteka cometa tantos delitos ortográficos. Digo yo. Que al final ponga el número de teléfono -por las reclamaciones- me hace pensar que estamos ante un caso de retorcida manera de ligar. Dice que a la biblioteca se va para estudiar, no para ver chicas o ser vistas, y eso es indicio más que suficiente de que el cartel es falso y avieso. Porque a lo que íbamos todos a la biblioteca era a ligar. Bueno, a ligar y a leer los tebeos de Valerián Agente Espacio Temporal. Y a rasgar las últimas treinta páginas de los libros de Ken Follet. Pero sobre todo a ligar. Con poco éxito. Pero a ligar, a ver a las mocitas madrileñas, alegres y risueñas, que fingen estudiar y se hacen así en el pelo con el dedo.

Lo sabe todo el mundo, esto. Si hasta hicieron un anuncio los de Axe/Lynx:

martes, julio 22, 2008

Espectáculos en los que el público participa

Ver algo por televisión será muy cómodo, pero no hay nada comparable a participar en el espectáculo en sí, en directo. Gracias al siempre recomendable Bar Deportes me tropiezo con esta joya del Pressing Catch, la cosa esa en la que unos forzudos con mallas (o unas macizas con idem) se dan de golpes ficticios mientras el público enloquece. Uno de los luchadores quiere usar una silla para castigar a sus oponentes y se la pide al público. Y el público se la da.



Qué gracioso es el jodío público. No sé qué es más divertido, si el tipo de la izquierda esquivando sillas y luego fingiendo el desvanecimiento, el locutor gritando Stop the chairs! Do not throw chairs to the ring! o los que están bajo las sillas que siguen el espectáculo y sacan el brazo en ese gesto tan característico de Hulk Hogan o los zombies de las películas: ¡Estoy vivo! Vídeo de la semana y puede que hasta del mes.

domingo, julio 20, 2008

Derrota

Nos ha costado casi un mes y unos días, incluyendo una reparadora semana de vacaciones, recuperarnos de la dolorosa derrota ante Ken Follet en la Feria del Libro. Porque sí, amigos, perdimos, por increíble que les pueda parecer a ustedes. Hubo más gente esperando a que Follet les firmara que esperando a que firmara Rebeca. ¿Cómo es posible? Ya, yo tampoco me hago la idea. Pero así fueron las cosas.

Llegamos al Retiro con un cuarto de hora de adelanto sobre el horario previsto. Aquello estaba ya tirando a denso, como se puede ver en la foto documental que aportamos:


Iba todo el mundo camino de la caseta 204, donde firmaba Rebeca ese libro que conocemos. ¿Todos? Sí, hasta los que aparecen de frente en la foto iban hacia la caseta 204, pero caminando hacia atrás. ¿Por qué? Eh... no estoy autorizado a decir las respuestas. Que hay gente muy rara, eso. Era gente rara. De pronto miramos a un lado y nos damos cuenta de que hay ya una fila formada, como cuando éramos jóvenes y jugábamos en el patio del colegio a imitar el Cuponazo, qué tiempos:


Nos asustamos porque yo vi que no salíamos de allí para comer, pero seguimos hacia nuestro destino y entonces, oh, sorpresa, nos encontramos con que la cola era la de Ken Follet:


A los cabrones se les había ocurrido regalar globos a los que traían su libro para ser firmado, y claro, así cualquiera. Además Follet llevaba ya su buena hora larga firmando como un campeón.


Ahí le tenemos al fondo firmando, intentando no mirar al señor del pelo aceitoso (un día tengo que hacer un estudio sobre los caracolillos de la nuca de los señores que son calvos aceitosos). Nos acercamos para ver cómo firmaba Follet y copiarle el método, que resultó ser el que sigue: 1. Tú guardas cola una hora. 2. Llegas a la carpa. 3. Un señor te quita tu libro. 4. Pasas al lado de Follet mientras él firma tu libro tras dárselo el señor. 5. Dos segundos después te vas a por tu globo.

La gente no es que estuviera muy emocionada, la verdad, y el que menos Follet, un hombre impertérrito que había alcanzado ya un ritmo estable y firmaba libros como churros. Fíjense:



Si miran bien, se puede hasta distinguir al titiritero que mueve los brazos de Follet mientras firma. Ahí ya nos dimos cuenta de que la cosa iba a estar difícil para ganar, llamadlo intuición femenina. Y eso que al llegar a la caseta nos dijeron que Rebeca también tenía promoción como la de los globos: un mazas que repartía abanicos disfrazado de escocés:


Obviamente no me dejaron a mí la elección de quién repartía los abanicos, o la cosa habría sido muy distinta. Rebeca entró en un estado de histeria que compartió con su compañera de firmas, la muy simpática Anna Casanovas, como se puede ver aquí:


Y se pusieron ambas a firmar. La cosa fue bien, esencialmente porque Rebeca se acordó de que no tenía que sacar la lengua al escribir:


Ahí está la prueba, sin sacar la lengua. Y venía gente a que firmara ("un montón de gente que no conozco de nada", como dice ella), y de pronto pareció que era posible la remontada, hasta se empezaba a oír esto:



Qué emocionante, mientras Rebeca firmaba, una, otra, pim pan pum, venga a aparecer adolescentes, eso sí, dedicándoles cinco largos minutos a cada una de ellas, porque anda que ir a que te firmen y que no te miren siquiera... (no señalo a nadie, bueno sí, qué coño, al de pelo blanco... el de los bestsellers), y subían las cifras y echamos cuentas y... Y Follet nos había ganado por goleada.

Entonces nos dimos cuenta de que la banda sonora de Rocky no era la buena, porque a Rocky le ganan en la primera película. Eso sí, en la segunda, al año siguiente, le pega una paliza a Apolo Creek. Guiño, guiño. Ya ves, Ken Follet, no te digo ná y te lo digo tó. Hasta el año que viene.

domingo, junio 08, 2008

Follet contra Rus

Actualización: Más difícil todavía: hay un cambio de planes y Rebeca sólo firmará por la mañana. Menos oportunidades para la pequeña escritora madrileña en su lucha con el imperialista perpetrador de bestsellers... Pero no importa, porque triunfarem.

Ken Follet estará el próximo sábado día 14 en la Feria del Libro de Madrid, firmando novelas a dos manos. Mientras tanto, ese mismo día y en el mismo sitio, Rebeca Rus estará firmando ejemplares de su novela (o de las de Ken Follet si se las traen).

Y aquí está el meollo, la lucha desigual por conseguir firmar más libros entre un procurador de bestsellers y una humilde escribidora que acaba de publicar su primera novela (no pongo enlace ya porque a estas alturas... Bueno, por si acaso). Porque ese es el reto que nos hemos propuesto: que Rebeca Rus firme más novelas que Ken Follet este sábado. ¿Por qué?

Pues porque Rebeca se lo merece más, por pura justicia.

Porque Ken Follet tendrá a su disposición una maquinaria bien engrasada por pasta gansa para promocionarle, mientras que Rebeca sólo cuenta con la convocatoria de este humilde y triste blog que apenas se actualiza (volveremos, lo juro). Porque Ken Follet ya sólo escribe tochos cada vez más grandes en los que las primeras cincuenta páginas se repiten una y otra vez. Porque la carrera de Follet está basada en sus pactos secretos con los masones rosacruces y en un hechizo místico basado en bañarse en sangre de jóvenes vírgenes (rumor no confirmado aún). Porque Follet tiene un apellido ridículo, digámoslo ya de una vez santa. Porque ya está bien que firmen siempre los mismos. Porque yo estaré en la Feria también y le daré un beso de tornillo de premio a cada chica que lleve su libro para que Rebeca lo firme, a poco que se parezca la susodicha a Heidi Klum. Y porque Ken Follet se parece cada vez más a un actor preparándose para interpretar Señora Doubtfire 2:



Lleva tirantes: nos cae mal.


Es simpática: me ayuda a pagar la hipoteca.

Ya sabéis. Sábado 14 en la Feria del Libro. La chica firma en la caseta 204 de 12 a 14 horas y de 19 a 21 horas. Ken Follet no sé ni me importa, porque además está acabado: entre todos conseguiremos que Rebeca Rus firme más. ¡A mí, legionarios del Cerdo Agridulce, a mí!

P.D. Podéis aportar vuestras propias razones para ir a la feria a que te firme Rus y no Follet en donde siempre (no, en Menéame no).

miércoles, mayo 28, 2008

Breve disertación sobre lo clásico y lo moderno

Me han enseñado este vídeo de Muchachada Nui que no conocía (ustedes a lo mejor sí), y me ha parecido una metáfora perfecta de las tensiones que sufro a diario entre mi zafio casticismo y mi obligación de ser modelno.



-Soy Zuchero, el de Baila morena, la parte más clásica de Zuchero, y eso lo escribí yo.

-Y yo también soy Zuchero, la parte más moderna de Zúchero. Yo soy el responsable de los versos de Under the moon light y Yeah yeah yeah.

Como dice el clásico: qué putos genios.

miércoles, mayo 21, 2008

¿Sevilla connection? Nooooo: Sevilla Fusión.

¿Quién nos iba a decir a nosotros hace diez años (qué jovenes y qué delgados éramos entonces y qué antítesis de aquello somos ahora) que nos íbamos a volver de un moderno que "pa qué". Ni nos lo hubiéramos creído entonces ni nos lo creemos del todo ahora. Puede que el paletismo sea innato y por mucho que lo intentemos nos cuesta aceptar la realidad en la que nos hemos convertido.

Pero no podemos negarlo.

Somos modernos. Super modernos.

Por eso, cuando este fin de semana nos escapamos a Sevilla a concedernos un par de días de libertad y soltería (¡prepárate mundo, que vamos sin niñas!) nos alojamos en el hotel más cool, qué digo, más Super-Mega-Cool-Tope-Fashion-Of the world, de Sevilla: el Hotel Eme Fusión.

El Hotel Eme Fusión es tan moderno, que en las fotos las modelos salen desenfocadas. Como esta:


Con desenfocado todo es más guay y más cool.

Tan moderno, tan moderno que el taxista que nos llevó hasta allí desde la estación de Santa Justa no sabía nada de su existencia. Lo que sí sabía (y el tío acertó) era que le dolía un montón la rodilla y que al día siguiente iba a llover en Sevilla. Y de lo lindo. Poco se imaginaba él lo que se estaba cociendo allí justo en el centro de su ciudad, porque cuando llegamos a la calle Alemanes el taxista insistió y requeteinsistió en que nos bajáramos a preguntar en la Pensión Marisol, porque era casi seguro de que era allí dónde íbamos dos arrastrados como nosotros y que enfrente de la catedral no había ningún hotel de lujo ni nada que se le pareciera (y dejarme en paz, pesaos más que pesaos). Pobre hombre. Así se llevó el susto que se llevó cuando le indicamos que parara enfrente de un edificio con una gran cortina blanca y un tiparrón de dos metros de alto, negro como el carbón, con un sombrero de paja y traje de matón de los años 30 se acercó a abrirnos la puerta y darnos la bienvenida. El taxista salió corriendo a refugiarse en un bar de los de siempre y renegar de los Nuevos Tiempos Que Vienen. Y es que, como digo, el Hotel Eme Fusión es más que moderno. Es el colmo de lo moderno. Por eso, ningún taxista sevillano sabe de su existencia. Por eso, las bañeras están colocadas en medio de las habitaciones. Por eso, todos sus empleados parecen haber salido de SuperModelo (de las ediciones anteriores porque la del 2008 es una ful de Estambul). Y los huéspedes también. Menos nosotros. Tan grave era la cosa que el Sr. Palomares y yo nos íbamos escondiendo por las esquinas, porque éramos, de lejos, los tipos más feos y más arrastrados de todo el lugar. Es lo que tiene ir a sitios tan chupis.

Pero es que una tenía el capricho de darse un baño aquí:


Y de pasear por acá:


Y de que me recibieran con flores y una vela que olía a gloria bendita. Lo que no me hizo tanta ilusión fue tener que darle conversación durante diez minutos a un tipo que se empeñó en enseñarnos la habitación (¿para qué?) y que nos atosigó a preguntas tipo "¿Y qué tal el viaje?", ¿Y qué tal el AVE?", "Pues parece que va a llover", "¿Están los señores a gusto?"... Uff, en esas cosas (y en muchas otras que no voy a mencionar hoy) se nota que soy una chica de Vallecas y el Sr. Palomares de pueblo. En fin, que si os queréis echar unas risas, que os den bombones y WIFI por la cara y sentiros como ricos (y pagar como tales) el Hotel Eme Fusión es el sitio perfecto en Sevilla. Pero el hotel Eme Fusión no es sólo diseño y vistas inmediatas a la Giralda... También es Gastronomía Con Mayúsculas. Y es que el desayuno buffet de este cinco estrellas es de lo mejorcito que he visto nunca: con zumos naturales de todo lo que podáis imaginar, jamón ibérico del mega bueno (aunque como dice mi compañero y sevillano, el Gran Tavo, es que en Madrid no estamos acostumbrados a que en los bares sirvan jamón serrano que no sea Navidul y cualquier cosa nos parece estupenda) y todas esas cosas que nunca te harías en casa como bikinis, huevos revueltos con trufa y menudencias del estilo. Para que os hagáis una idea más concreta de lo que os estoy contando sólo tenéis que echar un vistazo a la imagen de aquí:



Si eres un huésped del hotel Eme Fusión no tienes ni que molestarte en darle vueltas a un molinillo para moler sal marina encima de tu tostada. ¡El molinillo lo hace solo! ¡Al apretar un botón! ¡Y se enciende una luz interior! ¡Queremos uno a la voz de ya! ¡Queremos vivir como los ricos y no volver a moler sal!

Como comprenderéis, después de toda esta experiencia nos costó mucho salir del hotel. Pero hicimos un esfuerzo y nos fuimos a conocer Sevilla. O más bien, a su gremio hostelero porque el museo de no-sé-qué pintor famosillo de Sevilla estaba de reformas y la Giralda y la Torre del Oro se ven mejor por fuera que por dentro, ¿no? El caso es que nos dedicamos a comer. Y a comer bien, oigan. Siguiendo los consejos de Ligasalsas nos dimos un festín en Becerrita, donde, por fin, pude hace realidad mi deseo de trasegarme un lomo de buey kobe además de otras cosas deliciosas. Interesante fue también nuestro descubrimiento muy cerquita del hotel (¡qué le vamos a hacer! Somos asín de vagos...) de un establecimiento de delicatessen y vinos llamado Puracepa, donde nos pusimos morados a base de Ribera del Duero y de pringá con huevo de codorniz.

Pero el Gran Descubrimiento fue un pequeño restaurante, justo enfrente del hotel Alfonso XIII, llamado Salvador Rojo, donde nos metimos un menú degustación de los que hacen historia (y de los que luego pasan factura en la cinturilla de mis vaqueros).

En fin, que recomendamos gratamente la experiencia (sobre todo, la experiencia de ir sin niñas y de ponerse morados hasta las trancas) y aguantaremos los reproches de nuestra dietista de Naturhouse con paciencia y resignación y sin dejar de pensar que algún día volveremos a Sevilla a volvernos a poner morados y a alojarnos en un sitio tan cool como el Eme Fusión.

martes, mayo 20, 2008

Premios Brillante

Un minuto de autopublicidad antes del post del día. Rebeca estará esta tarde en el chat de un foro llamado Autoras en la sombra para charlar con quien quiera hacerle preguntas o pasarse a tomar café virtual. Están ustedes invitados, claro. A partir de las 19 horas, siguiendo este bonito enlace.

Volvemos a nuestra programación habitual, o así. Hoy, sin tías macizas, lo siento. Hace poco, aquí, nos concedieron un premio de estos de la blogosfera, el Premio Brillante Weblog 2008. Es un premio que va rotando de bloguero en bloguero: el que lo recibe lo concede a otros siete blogs que le parezcan merecedores del premio, avisa en un comentario de que lo ha concedido y se libra del marrón para pasárselo a otro. Sí, como un meme pero con premio.

Bien, había que elegir siete y nosotros se lo íbamos a dar a los blogs que seguimos con entusiasmo, osea, los de la columna de la derecha, pero nos hemos dado cuenta de que sería un poco endogámica la cosa, así que vamos a premiar a otros siete que seguimos fielmente pero que no tenemos enlazados, quién sabe por qué.

Estos son los siete que elegimos, y cuya lectura recomendamos fervientemente, sin ningún orden particular:

¿Quién es Juan? Juan Domínguez es un empresario que en su momento fundó, si no estoy equivocado, Viajar.com, y que escribe dos o tres párrafos diarios desde hace años y años sobre lo que se le ocurre, que para nuestra suerte no suele ser lo que se le ocurre al resto del mundo. Mi esperanza es que se haga rico y reparta miles de euros entre los que alguna vez comentaron en su blog.

Cerrado por Melalcoholía. Aquí tenemos a una bolañista que -que Dios me perdone por la blasfemia- escribe mejor que Bolaño. A lo mejor es la reencarnación de Bolaño, claro.

El sueño de la marmota.
Esta buena chica de Zaragoza escribe de lo que le da la gana y siempre tiene algo que lo hace especial. ¿Qué será, será?

Mira y calla. Un resumen de todo lo bueno que pasa en internet. Avasallador, tan completo que a veces aturulla.

Elegí un mal día para empezar a fumar. Una de las cosas buenas que tiene la publicidad es que te encuentras con mucha gente con talento. A este publicitero no le he encontrado porque no lo conozco de nada, pero su talento es abrumador. Ya ven, hay gente que se dedica a la publicidad que es gente de bien.

Bar Deportes. Si hay algo curioso, friqui, bizarro o un adjetivo similar y está relacionado con deportes, este es el lugar para encontrarlo. Risa, repelús y marcianadas.

Alberto Montt. Un dibujante chileno con una fuerte influencia de Gary Larson que publica diariamente una tira en internet. Humor surrealista y genial.


Actualización: Carmona Dixit nos avisa de una desternillante polémica con los premios Brillante. Todos los detalles en esta entrada de Duopíxel.

jueves, mayo 15, 2008

Las princesas también hacen... bueno, eso, no me obligueis a decirlo

Sé que están ustedes (¿hay alguien ahí?) esperando como agua de mayo (no en vano ya estamos en ídem, ah, la primavera...) un fastuoso reportaje sobre la presentación de Sabrina 1 El mundo 0, pero es que tenemos pendiente un reportaje de investigación (también fastuoso) desde el lejano mes de febrero o así, y ha llegado el momento de cobrárselo antes de que nos vayamos de vacaciones de verano.

En fin, corrían los primeros días de febrero y nos encontramos una fascinante noticia sobre Eva Mendes en periódicos tan prestigiosos como EL PAÍS y El Mundo. Eva Mendes es una actriz estupenda de la que ya hemos hablado aquí, con motivo de la peor película del mundo. A Eva la admiramos profundamente, hasta el punto de que nos ponemos a buscar fotos suyas para ponerlas aquí, a lo mejor sin ton ni son (muchos de ustedes me lo agradecerán, no obstante):


Esta chica es, sí, ahora se acuerdan. Vamos a poner otra foto para que se acuerden mejor:


Eso es. Hay que preguntarse por qué esa obsesión en poner esa posturita con los brazos en alto. Cosas de las estrellas de Hollywood. Porque Eva Mendes es una estrella de Hollywood, o así. Ha participado en toda clase de películas que no he visto, entre ellas en esta de los hermanos Farrelli en la que sale así:

En proceso de poner la misma posturita, pero lo impide la chaqueta.

Y que igual hay que echar un vistazo por si está bien la pinícula. ¿Cómo? ¿Que no parece ella? Está bien, hagamos zoom para ver si es ella, hacéis conmigo lo que queréis:


Definitivamente hay que ver esa película. Bueno, a lo que íbamos, basta de fotos gratuitas. El caso es que es una estrella de Hollywood. Hay algo en ella que transmite el viejo glamour que exudaban las estrellas de los cincuenta como Ava o Sofía o Marilyn o Rita. Será que parece una semidiosa en estos tiempos en los que parecía que no existían ya semidiosas sino adolescentes que mueven procazmente la pelvis (qué carca suena esto). Tú la ves y además de pensar que está para mojar pan piensas que la chica tiene ese no sé qué elegante que hacía que Hollywood fuera larger than life. Que ya sabemos que la chica no es Ava, ya, estamos diciendo que es ese tipo de mujer que obliga a escribir Mujer con mayúscula.


No, perdón, esta foto no era gratuita, era para ilustrar el argumento. Que no hacéis más que poner pegas. Bien, el caso -ya estamos llegando al meollo, paciencia- es que esta buena mujer es amiga o así de Cameron Díaz -la superestrella de Hollywood que bla bla bla-, de la que ponemos una foto también por motivos de simetría:



Ustedes también se han fijado en la posturita de los brazos, claro. Bueno, pues que son amigas. Y viajan juntos a galas o actos solidarios o cosas así y duermen en la misma habitación, que lo dice ella (luego os pongo un enlace). En plan "estaba yo con mi amiga Cameron Díaz en la habitación del hotel, en la cama y bla bla bla...". y uno dice: oh, cómo ha cambiado Hollywood. Estas dos Mujeres (nótese la mayúscula, en concreto la Eme) juntas en la cama, eso sí que tiene que ser un espectáculo. Un poco de imaginación, les pongo una ayuda visual:

Esta...

...junto a esta otra.

Y a Eva Mendes le hacen entrevistas y habla de las noches que pasa con Cameron, y una de las primeras cosas que dice es que, abro comillas "Cameron es una experta en eructar, pero yo no puedo". ¿Se imaginan a Cameron Díaz, esa florecilla, eructando como un camionero? Por culpa de Eva Mendes, yo ahora sí, a todas horas.


También me imagino a Eva Mendes chanantizada, al estilo Karpov, diciendo: "A vosotros Cameron os caía bien, ¿no? Claro, es que con vosotros era distinta. Pero a mí me hacía el fuckyou y me echaba eructos, me los proyectaba para la cara... Le venía una acidez y yo decía, no va a ser capaz, pero me lo proyectaba la tía cerda."

En fin, saber esto de Cameron ya era suficientemente malo (el conocimiento está sobrevalorado, qué necesidad tenía yo de saber esas cosas), pero es que la noticia sigue, y va a peor. Como Eva no puede competir eructando con Cameron, un día cena abundantemente y combate los eructos de su amiga con otro tipo de gases. Sí, con esos. Dice Eva, abro comillas: "Estábamos en camas contiguas, así que era su asquerosa función digestiva contra la mía. Era Eva contra Cameron en una competición de pedos y eructos". No, no me lo invento, aquí tienen la noticia en El mundo y aquí en El País.

Muy mal, muy mal, muy mal. ¿Por qué contar esas cosas? ¿Cómo se puede volver a mirar a la cara a Eva Mendes después de leer esto?


a) ¿cuántos la han mirado a la cara ahora? (quod erat demonstrandum)
b) ¿A que esta foto de repente tiene menos gracia que antes de conocer la noticia?

Yo abogo por mentir en las entrevistas, en las entrevistas no quiero saber la verdad sino alimentar mis fantasías de que hay un mundo mejor en el que existen semidiosas. Vale, hubo un duelo, dilo, pero modifica sutilmente la realidad y conviértelo en un duelo en una piscina de barro o algo así.

Triste, triste, triste baño de sucia realidad al que hemos sido sometidos... Y qué poca vista la de la Mendes. Por eso no es de extrañar que al poco apareciera otra noticia sobre ella: Eva Mendes ingresaba en una clínica de desintoxicación, como Lindsey Lohan

¿Le estará viniendo un retortijón?

La gente pensaba que tenía problemas con las drogas, pero vosotros y yo sabemos que iba a desintoxicarse de otra cosa: su adicción a la fabada asturiana. Suerte, Eva. Cuéntanos cuando salgas cómo te fue y qué hacías con Lindsey en la clínica. O no nos lo cuentes, mejor invéntatelo.


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