lunes, octubre 27, 2008

8 años después

Lo veo en Píxel y díxel: los de Whassssup han vuelto. Hace ya la friolera de 8 años (ay, madre) Budweiser montó el que probablemente es el primer viral (y más exitoso, a nivel planetario) de la Historia. Este:



Tuvo tanto éxito, pero tanto tanto, que además de forrarse a ganar premios dio pie a innumerables secuelas, como esta de Wasabi:



O esta con pijos:



Al año siguiente sorprendieron con este anuncio en la Superbowl que a ustedes ya no les va a sorprender, claro:



8 años después vuelven, y la cosa ha cambiado una miajita:



(Millón y medio de visitas en sólo tres días)

Me ha encantado. Ni siquiera el chusco final me lo ha estropeado.

jueves, octubre 23, 2008

10 cosas que me llamaron la atención de Copenhague

1.- Lo largas que tienen las danesas las piernas y lo cortas que llevan las faldas. ¿O será una cosa consecuencia de la otra?

Aquí una típica falda danesa. Aquí unos amigos.

2.- La imperturbable, estoica y serena actitud de los daneses frente al mal tiempo. La lluvia constante que en cualquier lugar de España hubiese provocado calles vacías, caos, miles de paraguas chocándose entre sí y niños enfundados hasta arriba en capas y capas de prendas de abrigo… aquí no existe. Al revés. Los daneses pasean calle arriba y calle abajo sin más resguardo que una sonrisa, dejan que sus hijos participen en competiciones al aire libre bajo la lluvia durante horas y llenan las terrazas de los cafés y bares (¡sí, terrazas!) para disfrutar su comida o cena al fresquito de sus buenos 7 – 10ºC. ¿Está nevando acaso? No. ¿Sientes las manos? ¿Sí? Pues entonces, ¿por qué no tomarnos unas cañas a la fresca? Y si eres de los remilgados, ya se ocupan los amables propietarios de los establecimientos de prestarte una mantita para abrigarte.
Conclusión nº1: Madres y abuelas de España, ¡estabáis equivocadas! El niño no se va a morir si no le tapas hasta los ojos o si se moja un poco.


Vale, sí, esta terraza está desierta, pero no es por los 7ºC, es que la movida empieza a las 22,00h.

3.- Las manzanas danesas. Durante años me han estado engañando y pensaba que eso que compraba en mi frutería eran manzanas y sabían a manzanas. Hasta que probé las manzanas danesas y, tal y como pasa en los anuncios, un nuevo mundo de sabor se abrió ante mí. Curioso también, que las manzanas danesas sepan más a gominola de manzana que a manzana española.

4.- Lo caro que es todo. Absolutamente todo. Una copa de vino tirando a malo nos costó la friolera de siete euros.

5.- La ausencia de contaminación acústica. Me costó reconocerlo, pero después de dos días paseando por Copenhague echaba en falta algo y no sabía qué era. Hasta que me di cuenta de que llevaba dos días sin escuchar el claxon de un automóvil. Incluso cuando se nos cerraba un semáforo y nos pillaba en medio del asfalto, ningún conductor impaciente, o el de atrás, o el de atrás, o el de atrás, nos pitaba para que nos diéramos prisa.

6.- Lo poco curiosos que son. O lo pasotas que son. O introvertidos. O yo qué sé. Es bastante típico que si te encuentras con dos extranjeros intentando pedirte albóndigas en un inglés bastante churro les preguntes de dónde son y qué les parece tu ciudad natal y todo eso. Pues bien, en Copenhague no es típico. A nadie le importa de dónde eres o, si les importa, tampoco te lo preguntan. Conclusión nº2: No pudimos hacer amiguitos.

7.- Los bebés, niños pequeños y niños en general que hay por todas partes, lo que podría dar la impresión de que los daneses están planeando conquistar el planeta. Pero no tiene nada que ver con eso (de hecho, es un país poco poblado) sino con las múltiples ayudas y facilidades que su sistema les proporciona, lo que debe animar bastante a procrear. Vamos, igual que aquí. Como madre trabajadora me sorprendió ver niños con sus padres por todas partes un jueves o un viernes por la mañana, felices paseando bajo la lluvia.

8.- La barbaridad de carros gemelares, carros con sidecar, carros de bebé 4x4 y carros hasta ¡para cuatro bebés! que pululan por la ciudad. Se nota que allí las aceras no están hechas por un avaricioso mezquino como en mi barrio y que las que no son asín de estrechas no están invadidas por los coches mal aparcados y los cubos de basura.

Imagina conducir uno de estos por tu calle.

9.- El pan. Ummmmmmmmmmm. Con pipas, con pasas, con nueces, moreno, blanco, chapatas, focaccias de todo tipo, etc.


La panadería del centro Illum, en la famosa calle Stroget: si eres adicto a la gordez no te acerques.

10.- Y, vale sííííí... las bicis. Las bicis también.

martes, octubre 21, 2008

Mientras escribimos lo del Planeta y Coppenhage

Este es un post de relleno que no dice gran cosa sobre el Premio Planeta o nuestra visita a la capital danesa. Hay que esperar un poco, lo sentimos, pero el trabajo que nos da de comer nos absorbe ligeramente.

Tan sólo tres o cuatro apuntes sobre Dinamarca: al final visitamos la sirenita. Menuda castaña de estatua, si ni siquiera parece una sirenita. Muchas bicicletas. Muchas rubias, la mayoría con falda a pesar del frío. Qué caro todo. ¿Qué hacen los daneses a partir de las 8 de la tarde?

Y tres o cuatro apuntes sobre el Premio Planeta: Ángela Vallvey queda finalista y lo primero que hace en su discurso es acordarse de los 516 autores que han participado en el premio y han perdido (y luego enlazarlo con un discurso que sólo podemos atribuir al vino mezclado con anfetas sobre "el viejo Lara"). Savater gana (600.000 euros de premio) y dice que cuando uno acepta participar en el juego cabe la posibilidad de ganarlo y eso le pone muy contento. Y las croquetas muy bien, ¿eh?, muy bien.

Mientras tanto, para amenizar la espera, fusilo este vídeo del blog de Pjorge, que él titula muy acertadamente así: Todo se vuelve divertido añadiéndole la banda sonora de Benny Hill.

A fe que tiene razón, aunque el vídeo este ya debía ser descacharrante sin música de por medio.




Una gamba corriendo en una cinta mecánica. Creo que ya lo he visto todo en esta vida.

miércoles, octubre 15, 2008

Chiqui Rebeca Barcelona

Mientras ustedes leen esto, nosotros vamos camino de Barcelona, porque esta misma noche se celebra la ceremonia de entrega del Premio Planeta y estamos invitados a ella. Bueno, en realidad está invitada Rebeca, como importante escritora que escribe estupideces para chicas, y yo voy de consorte, pero mi plan es hacerme pasar por el interesante de los dos, un poco al estilo Muñoz Molina-Elvira Lindo, y hablar con grandes y largos párrafos llenos de subordinadas (nota mental: acordarse de respirar). Puede que hasta me deje crecer el bigote esta tarde, para parecer más Muñoz Molina (a mí es que Muñoz Molina con barba o sin bigote no me parece Muñoz Molina).


Muñoz Molina sin bigote

En fin, como es lógico en cuanto volvamos haremos un amplio reportaje sobre la ceremonia del Planeta: comentaremos a qué escritora le sienta mejor su vestido, a qué escritor le sienta peor los whiskies, investigaremos si hay intercambio de maletines entre bastidores y criticaremos la calidad de las croquetas que se sirvan.

Pero eso será dentro de un tiempo, porque en cuanto acabe lo del premio y nos recuperemos de la resaca la señorita Rus y yo nos marcharemos a Copenhage, ciudad que no tenemos el gusto que conocer, para pasar allí unos días de asueto, merecidísimos, por otra parte.

Yo a Copenhage voy sin saber qué voy a ver, pero sí lo que no voy a ver (la sirenita de los cojones), porque no he preparado nada el viaje. Así que voy lleno de prejuicios sobre los daneses. Supongo que me encontraré con vikingos, gente que pasea en bicicleta y suicidas (tengo cierta confusión entre todos los países nórdicos). Y nos cruzaremos con Laudrup o con Hamlet. Y con muchos rubios y rubias estupendos y estupendas, todos guapísimos y altos y delgados que haránq ue nosotros, representantes de los morenos bajitos, nos sintamos más morenos y más bajos. Sobre todo yo, que pertenezco al biotipo de Alfredo Landa, que parecía ya extinguido en mi generación.

En fin, quedémonos con lo de rubios y rubias a tutiplén. De hecho si buscas en Google Dinamarca te salen dos rubias:




Bueno, esto sucede en realidad cuando buscas "Dos rubias danesas macizas dándose el lote" (cosas así y similares se buscan en el Cerdo agridulce, sí, a ver cuántas visitas atraemos con esto). De Copenhage también traeremos fotos, aunque no prometemos que sean tan sugestivas como esta que acabamos de poner.

Y eso. Portaos bien. Regad las plantas. Y nada de fiestas. Que os vigilo.

lunes, octubre 13, 2008

Jekyll y Hyde

Stevenson lo dijo mejor que nadie en El extraño caso del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde: llevamos dentro de nosotros a un tipo con una personalidad distinta a la nuestra habitual, hay un reverso tenebroso dentro de nosotros. Desde entonces ha habido múltiples homenajes e intentos de superar esa obra maestra sobre la doble personalidad.

El otro día encontré un ejemplo que podría rivalizar con la novela de Stevenson. Primero vi esta hermosa pintada en una pared:


Es de héroes reír cuando el corazón llora. Gritado porque está en mayúsculas. Es una cita a lo Bunbury, o sea, sin decir que es una cita (anarroseando, vaya). A este le perdonamos porque no está claro quién dijo esto, si Rabindranath Tagore, que es muy de lágrimas, o Enrique Urquijo, que ídem. El caso es que si miras en la misma pared arriba a la izquierda y haces una foto, te encuentras con este otro mensaje, escrito por el mismo tío (fíjense en las aes):



¿Trastorno bipolar? ¿Sesuda y sutil disertación sobre la doble personalidad? ¿Horror vacui y ya no se sabía más citas?

martes, octubre 07, 2008

Puta crisis

Leo en las noticias de Yahoo el siguiente titular y se me ponen los pelos como escarpias:

Dato alarmante: el 8% de los adolescentes se emborracha cada quince días
La crisis ha llegado, desde luego. Si un adolescente no puede mamarse como es debido semanalmente es que las cosas están muy chungas.

La noticia completa (sin el titular que pertenece a la portada de Yahoo, aquí.

viernes, octubre 03, 2008

Estupideces para chicas

Así definen el género Chick Lit en el número de este mes de la revista Qué Leer.

Y ¿qué puedo decir yo? ¿Qué estoy indignada? O, mejor aún, pongo cara de chula y disparo un “Are you talking to me? Are you talking to me?” mientras empuño un arma.


Poner mi cara encima de Robert de Niro y os haréis una idea de cómo me siento hoy.


Expresiones del Especial de Qué Leer como la que titula este post o que las nuevas escritoras post-feministas provocan “furor uterino entre las lectoras” me enervan. Otras expresiones como que “si Emma Bovary levantara la cabeza y se topara con las protagonistas de las novelas de las citadas Keyes, Fielding, Bushnell […], volvería a darle un trago a su botellín de cianuro” han provocado que hoy esté buscando en Ebay una Avtomat Kalashnikov modelo 1947. ¿O existen ya las bombas atómicas unidirigidas?

La verdad es que como aspirante a escritora de este género empiezo a estar un poco cansada de tener que estar luchando constantemente contra manidos estereotipos, prejuicios y estupideces del estilo. ¿Qué pasa? ¿Que porque no escribo sobre la paz mundial, sobre lo insoportable que es la existencia del ser humano, sobre el Holocausto o mis personajes no están al borde del suicidio mis novelas carecen de la seriedad suficiente como para ser clasificadas dentro de la Literatura Con Mayúsculas? ¿Qué pasa? ¿Qué como soy mujer y mi protagonista es una mujer que no se toma demasiado en serio a sí misma mi novela ya no es una novela seria? Ya he hablado anteriormente en este blog sobre las diferencias que se hacen muchas veces entre unos libros y otros dependiendo de si el autor es hombre o mujer, así que no me voy a extender más sobre el tema, aunque no es por falta de ganas.

La verdad es que es duro, mucho, intentar defender un género en el que los críticos y los periodistas literarios sólo quieren ver mujeres superficiales, consumistas, obsesionadas por los kilos de más y eternamente enganchadas a la idea de encontrar un príncipe azul. Ninguno de ellos quiere ver que el género chick lit es mucho más que eso. Es una actitud ante la vida, una radiografía más o menos acertada, nunca crítica, de la mujer del siglo XXI con sus cosas buenas y también sus fallos. Una radiografía en la que se le intenta quitar la seriedad a los dramas de la vida diaria porque esta nueva mujer, ante todo, sabe reírse de sí misma, sabe no tomarse demasiado en serio (algo que debería extenderse un poco más entre el resto de la sociedad).

Sí, es verdad: no escribimos sobre el hambre en el mundo, los conflictos armados internacionales o sobre complicadas tramas políticas. Pero nuestros temas también son serios, porque son Nuestros Problemas. Los del día a día, los que sufrimos todas (y también todos) cuando cogemos el transporte público, cuando vamos a nuestro trabajo y nos enfrentamos a una carrera profesional, cuando tenemos que enfrentarnos a la falta de dinero, a la soledad, a las facturas o al primer amor. Cuando discutimos con nuestra mejor amiga o con nuestra madre, cuando queremos comprar una casa y no nos llega el dinero para pagar la hipoteca, cuando hay un obstáculo que nos impide conseguir nuestros sueños,…

Pero, una vez más, no interesa contar la verdad. El chick lit vende cada vez más en todo el mundo, tiene más adeptas, más autoras y más editores dispuestos a subirse al carro de cifras. ¿Es eso un sinónimo de mala calidad? Bueno, pues es como todo. Habrá novelas buenas y malas en el género. No todas las novelas del género fantástico están a la altura de la obra de Tolkien, ¿no? Sin embargo, en el caso del género en el que estamos hablando parece como si se nos juzgara a todas por los 3 o 4 títulos, por los mismos roles, por los mismos estereotipos, por las enormes bragas de Bridget Jones y por la obsesión de Carrie con hacerse con toda la colección de Manolos de Nueva York. Basta ya, señores. No todas las novelas escritas por señoras y dirigidas a señoras están centradas en el consumismo exacerbado. No todas las autoras respondemos a este estereotipo:


Y algunas usamos subordinadas y muchos adjetivos. Y otras no. Bueno, podría seguir así hasta el infinito. Pero ¡es que es muy triste que una publicación dedicada al mundo de la literatura sea tan tajante y utilice un tono tan peyorativo con todo un conjunto de autoras y novelas! Sobre todo, porque Qué Leer debería tener como objetivo principal difundir la cultura, rastrearla, estudiarla y prograpagarla. Nunca atacarla. O reducirla a una serie de clichés.

Otra cosa bien distinta es lo que viví ayer en la televisión. Como algunos sabéis, tuve la oportunidad de participar en el programa Espejo Público de Antena 3, y pude comprobar en persona que en este caso, sólo puedes centrarte en una pequeña parte de tu trabajo para llamar la atención del público en general. Entonces te ves obligado a entrar en los clichés por narices, en televisión el tiempo es oro, el mensaje debe ser atrevido, directo y corto-super-corto. Llamar la atención es el único objetivo, incitar a la compra, provocar el interés. Quizás me hubiera gustado abordar más el género, explicar las estructuras, citar a otras autoras, hablar de mi libro (como Umbral) y mucho más, pero sé que eso no le interesa al espectador medio y que mis segundos de fama son efímeros y tengo que aprovecharlos como sea.

En breve, pediremos permiso para subir a este blog el vídeo del programa y podréis opinar sobre la entrevista (no se admiten críticas sobre el aspecto físico de una servidora, que tiene menos fotogenia que un rinoceronte con varicela).

Hasta que llegue ese momento y mientras intento calmarme, seguiré buscando en Ebay una Avtomat Kalashnikov modelo 1947 o, en su defecto, una buena navaja suiza.

miércoles, octubre 01, 2008

Noticia breve pero importante y/o urgente

El jueves 2 de octubre a las 11 de la mañana (osea, ya) Rebeca estará en directo en Espejo Público, en Antena 3 Televisión, donde Susana Griso, esa mujer que ponía morritos cuando daba las noticias, le hará una entrevista.

Lo cual se comunica para que puedan ustedes verlos, si es su deseo.


El Efecto Borrador

Procrastinar, ese es el nombre de mi afición favorita. Ahora mismo Blogger guarda 23 borradores de artículos para el Cerdo agridulce que algún día publicaré, si Dios quiere y me acompañan las fuerzas. Aparte de estos artículos que están en diversos grados de redacción, hay un par de cientos de fotos de cosas curiosas que vemos o nos envían o nos cuentan o encontramos.

El más antiguo de los borradores que conserva Blogger lleva el título de Legionarios desfilando. Está fechado el 25 de julio del 2006. Y guarda este vídeo:



¿Por qué lo guardé? ¿Qué iba a contar yo con esto? Pues ni puta idea. Sería algo gracioso. O una historia de calado. O yo qué sé. Pero en cuanto se me ocurra algo o me acuerde de qué iba a contar, se lo cuento a ustedes.
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