martes, diciembre 17, 2013

Toda la tierra se alegra y se entristece la mar

Valgan estas palabras del poeta del pueblo, José Luis Perales, para explicar lo que nos pasa en Navidades. Que se nos pone el corazón blandito y pensamos en los que están lejos de nosotros. Qué pena da pensar en ellos. A lo mejor están felicísimos comiendo pollo asado, a lo mejor viven en Argentina y están en la playa tostándose al sol (qué cabrones), pero es inevitable pensar en que es algo triste que nosotros estemos aquí y ellos allí.

Qué lejos.

Con lo poco que cuesta hacer que nos sintamos más cerca. No, dejad el Skype. Algo más bonito, más de corazón, más de cosa que se hace con las manos. Yo os cuento. Os acercáis a una librería. Pilláis un libro, uno barato, tampoco es cuestión de gastarse un dineral. Por ejemplo, este:


Por poner un ejemplo al azar. Lo envolvéis con mimo. Miráis algún sitio de envíos internacionales (este compara cuál es el precio más barato, por ejemplo). Lo mandáis. Feliz Navidad.

¿Os imagináis cuando llegue? No hay nada más bonito que recibir un paquete con un regalo en Navidad. ¿Os acordáis de lo que molaba recibir una tarjeta de Navidad? Pues un paquete mola más aún. Os lo digo yo, que me pongo nervioso cuando me llega un paquete QUE YA SÉ QUE ME VA A LLEGAR Y SÉ LO QUE CONTIENE PORQUE LO HE COMPRADO YO. Me pongo nervioso, sí. Es que es maravilloso. ¿Qué tesoros habrá dentro del paquete, cuánto camino habrá recorrido para llegar hasta mí?

Es que igual alguien baja al chino, zascandilea por ahí y me envía un paquete con esto:




Es un Sadam Hussein bailarín, sí. ¡Oh, maravilla entre las maravillas! Qué joyas guardan en sus estantes los chinos, ¿verdad?

Pues hacedlo. Dad la sorpresa a alguien. Bajad al chino, pillad algo, cualquier cosa, empaquetadlo y mandádselo a vuestro amigo/primo/amante de por ahí. Pensad en su felicidad al recibir un regalo inesperado (a menos que vuestro amigo/primo/amante lea el Cerdo agridulce).

Es más. ES MÁS. Mandadle un regalo en un paquete a alguien que no conozcáis de nada. Cualquier cosa. Una peonza, un bote para hacer pompas de jabón, un plumero, estrellas ninja, un condensador de fluzo, lo que encontréis en el chino. Averiguad su dirección (esto no puede ser difícil en época de Google), haced un paquete, mandadlo.

Convirtamos esta pequeña idea en una grande, mandemos cada uno algún regalo a alguien. Igual empezó el bookcrossing o el postcrossing. ¡Venga! ¡Extended el sentimiento navideño!

Hacedle sentir querido a un tipo con bigote que no sabe de dónde ha salido ese paquete ni quién lo envía. ¡Haced que también él mande un regalo a alguien!

Y ya que estáis enviadme a mí algo también. Que yo también tengo sentimientos.

Perdonad. Se me ha metido el espíritu navideño en los ojos y estoy un poco sensible.

lunes, diciembre 09, 2013

Especial vegetarianos

 Otra de esas cosas que me envía mi hermano

¡Maravilloso! ¿Qué entenderá esta gente por PLATO VEGETARIANO? ¿Será que el propio plato, el recipiente, es vegetariano? Un plato que está hecho de alcachofas, o de espárragos verdes. O de pollo. Porque el pollo es tan sano que podría ser casi una planta. ¡Comed más pollo! ¡El pollo es lo mejor del mundo! ¡El pollo asao podría ser el pilar fundamental de una nueva religión!

martes, diciembre 03, 2013

Epidemia de embarazadas y parches

¿Sabes eso de que te quedas embarazada y de repente empiezan a aparecer embarazadas por todas partes? ¿O que te compras un Seat Ibiza y de pronto te fijas en todos los Seat Ibiza con los que te cruzas?

Vale, quedaos con el concepto mientras hablamos, aparentemente, de otra cosa.

Hace algunos días, a Bensonseñora se le ocurrió una idea genial en Tuiter. Crear un hashtag llamado #fotoTuerti. A imitación de las fotos Tuenti, claro. A mí me entró tal emoción que le dije que me iba a comprar ese mismo día un parche para hacerme la foto al día siguiente. Mientras, me enseñó esta bella foto que parecía que nos animaba a continuar con la idea:


Yo es que no sé decirle que no a las rubias ni a los perros que te guiñan el ojo mientras sacan la lengua.

El caso es que al día siguiente, nada más levantarme, escuché en la radio que durante la noche había muerto María de Villota. Qué casualidades hay en la vida.

María de Villota, por si no sabían quién era o no se acuerdan

Pensé que menos mal que aún no habíamos lanzado lo de la #fotoTuerti, porque es la típica cosa que se malinterpreta. O pensé: qué suerte que he escuchado la noticia en la radio ANTES de hacer nada. Y entonces recibí un guasap de Bensonseñora (sí, qué pasa, tenemos nuestros números de teléfonos y nos escribimos, como los tuitstars que somos) que decía: Igual hoy no es el momento de sacar lo de la #fotoTuerti. Y yo estuve de acuerdo, porque no sé decir que no a las rubias ni a los mayordomos ciegos.

Y quedamos en retomarlo más adelante. Es un poco el A ver si quedamos, que luego nunca quedas. Hay intención, pero nunca quedas. La vida es así, no la he inventado yo.

Y pasaron dulcemente los días.

Y entonces de repente la muy estupenda señorita Kuluska pone en su Instagram una foto. Esta:


Ostras, Pedrín.

Y casi de inmediato surge una polémica en Barcelona con el World Press Photo, porque al Ayuntamiento se le ocurre censurar una de las imágenes que la publicitan. Esta:


Y hay gente que se hace fotos para solidarizarse en Tuiter:


Y como en Tuiter no pasa nada sin que Jaime Rubio esté por ahí zascandileando nos encontramos de pronto con esto:


¿Nos estaba diciendo el Universo que TENÍAMOS que hacer la #fotoTuerti? ¿O nos estaba diciendo que teníamos el poder de desencadenar sucesos, en plan Efecto mariposa? Una tuitera se pone un parche en Madrid y en Tokyo una mariposa pierde un ojo. O como sea el refrán.

Y entonces Bensonseñora y yo volvemos a hablar. ¿Pero tú has visto lo que está pasando? Sí, con el ojo bueno. Jaajajaja. Son pequeños chistes que nos hacemos los tuitstar. Digo: oye, esto del #fotoTuerti hay que ponerlo en marcha, ¿eh? Para Halloween o algo.

Total, que quedamos en eso. Y un día alguien enlaza un artículo sobre asesinatos sin resolver y resulta que en el artículo hablan de la Príncesa de Éboli:


¡Joder! ¿Pero cuántos tuertos hay en el mundo? ¿Qué me estás diciendo, mundo?

¿No me estarás diciendo que reanude la novela que tengo a medio escribir, en el que hay un personaje con un parche en el ojo?

Yo creo que antes no había tantos parches. Si nos ponemos a pensar, el primero que recordamos (Bensonseñora y yo, quiero decir) es el del viejo joven Indy:


Es difícil molar más que el Indiana Jones viejo que salía en Las aventuras del joven Indiana Jones. Un tipo que estaba inspirado (no sé si lo he leído o me lo he inventado, pero Benson también lo sabía) en John Ford:


Vaya fotón, ¿eh? Hay que querer a ese John Ford de parche en el ojo y malhumorado incluso aunque no pienses que es el mejor director de la Historia del cine (háztelo mirar, si ese es el caso). Digo que hay que quererlo porque gracias a ese John Ford malhumorado y tuerto tenemos también al Matt Groening malhumorado y tuerto de algún episodio de Los Simpson:


Es más, gracias a John Ford y su parche John Wayne acabó ganando un Óscar en una película en la que no, no era dirigido por John Ford, pero sí llevaba un parche parecido al suyo:



Que John Wayne con parche es el culmen de la molonidad lo sabe todo el mundo y no vamos a insistir en el tema. Mola tanto que ni siquiera alguien que ya de por sí mola, como Jeff Bridges, es capaz de molar tanto, incluso aunque haga un remake de la película de John Wayne y se ponga un parche.




Y eso que usa el viejo truco de usar esa ropa interior de cuerpo entero que llevaba mi abuelo y los pistoleros más duros del Oeste (otro día hablamos de la ropa interior CON ESTRELLA DE SHERIFF de Robert Mitchum en El Dorado).

Inciso: Si haces un remake de una película de John Wayne en la que lleva un parche, ¿se discute en qué lado se pone el parche?

-En el izquierdo, como John.
-No, ¡que va a parecer que no aportamos nada! En el derecho.
-No, ¡parecerá que traicionamos el espíritu de la obra original!

Y Jeff Bridges se pone el parche en el derecho, porque es un artista arriesgado (mientras escribo esto, en Neox están poniendo Valor de Ley. ¿Casualidad?).

En realidad ponerte un parche hace que sumes 1D10 a tu Carisma, como bien sabe Kurt Russell, que pasó de hacer películas Disney a interpretar a un personaje llamado Serpiente:


Incluso un hortera de bolera como Michael Hasselhoff (sí, no os pongáis estupendos porque lo es) empieza a molar fuerte cuando se pone a interpretar a Nick Furia. ¿Por qué? Porque lleva parche:



Sí, interpretaba a Nick Furia. Cómo te quedas. Michael Knight, Mitch Buchanan y Nick Furia en un solo hombre. Los tres grandes héroes de nuestro tiempo. Robert De Niro habría matado por interpretar esos papeles. En realidad eso es lo que le falta a Robert de Niro para ser verdaderamente grande y no un señor  que engorda y adelgaza: un papel con parche. Ya lo intentó en Frankenstein haciéndose un parche transparente:



Buen intento, pero no, no es eso, Robert. Tampoco vale el truco de Robin Williams de cerrar mucho un ojo:


Y no vale tampoco, Robin Williams, hacer una película sólo porque el protagonista se llame Patch Adams:

El parche se pone en el ojo, no en la nariz.

En fin. Volvamos a los hombres de verdad, los que no temen llevar un parche porque saben que eso mola. Estábamos con Nick Furia, y naturalmente, si decimos Nick Furia y molar uno se pone a pensar en Samuel L. Jackson:


¿Samuel L. Jackson mola más con pelo afro, con boina francesa o calvo? Da igual. Mola CON PARCHE.

Aunque David Hasselhoff dice que en realidad él mola más como Nick Furia. En fin. ¿Sabéis dónde sale Nick Furia además de en Los Vengadores? En Thor. ¿Y sabéis cuándo se estrenó Thor en televisión en España?

El día 29 de octubre, apenas tres semanas después de que Benson Señora iniciase esta catarsis de parches. En Thor, además de Nick Furia, también sale otro tío con parche:


Así es, Odín, aka Anthony Hopkins, con un parche dorado.

Pero es que una semana antes, en La 1 se había estrenado también Primos. Y no os lo vais a creer...



Ya, Benson y yo tampoco nos lo creíamos. ¿Estaba el Universo conspirando para que lanzásemos al mundo el proyecto #fotoTuerti? ¿Iban a programar en Paramount por una vez en la vida Kill Bill en vez de El Padrino?


Así se disfraza uno para asesinar, sí señor.

¿Íbamos a tropezarnos por la calle con el del parche de Intereconomía?


¿No sería mejor que nos tropezáramos con Angelina Jolie?


Sería mejor, pero improbable, claro.

El caso es que la presión era tan fuerte que acabamos por lanzar el reto #fotoTuerti. Y hete aquí nuestra sorpresa cuando:


Cuando en vez de aparecer en Meneame y en Yonkis y de instaurar una nueva moda entre la juventud española nos encontramos con que sólo media docena de valientes estaban dispuestos a sacrificar un ojo con el fin de hacer la gracia, nos preguntamos: ¿qué ha pasado?

Pues no ha pasado nada. O sí, pero no como creíamos. Ha pasado que la gente hace lo que le da la gana. Pero igual que es embarazarte y empiezan a aparecer embarazadas por todas partes, es decir que vas a hacer una gracia con parches y empiezan a aparecer parches por todas partes. De hecho es muy probable que hayamos sido nosotros los que hemos provocado que dentro de un rato, cuando estés viendo una peli, o leyendo un tebeo o paseando por la calle, veas a alguien con parche.

A lo mejor estás viendo los Simpson y están echando el episodio en el que Lisa se casa... y aparece Moe Szyslak con un parche (domingo 1 de diciembre). A lo mejor alguien te envía un dibujo de Clint Eastwood con parche.


A lo mejor trabajas en Ogilvy y repasando algún anuncio de tu fundador te tropiezas con The man with the Hathaway shirt:


Igual te das cuenta de que en tu perfil de Instagram llevas un avatar con un parche desde el 2010, yo qué sé:

O estás tarareando una canción de Rihanna y de repente:


O, pongamos otro ejemplo más, se te ocurre ver un libro juvenil y pensar en Long John Silver. O escuchar a Mocedades y pensar en Transfer:


Que no tenía parche, pero porque iba disfrazado.

En fin, yo creo que se entiende lo que quería explicaros. Que a partir de ahora vais a ver muchos parches en vuestra vida cotidiana. Sí, los vais a ver. Sería un detalle que os pasárais por aquí y los escribiérais en los comentarios a ver si ampliamos la colección.


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